Se inició la Semana del Agua en Estocolmo

La capital de Suecia reúne a más de 130 representantes de diversos países donde se destaca la importancia del recurso y su vinculación con el desarrollo y la paz en el mundo. Resalta que Asia debe mejorar su sistema de riego, pues representa un 70% del territorio irrigado en todo el mundo.
“Este es un lujo para entre 800 y 900 millones de personas en el mundo. Esto es un sueño”, dijo Jan Eliasson, ex jefe mediador de la ONU para el conflicto de Darfur, levantando un vaso de agua.

Así se dio inicio a la Semana del Agua donde representantes de más de 130 países se reúnen en la capital de Suecia para discutir el futuro de uno de los elementos vitales de nuestro planeta.

Entre sus primeras conclusiones destacó que Asia necesita mejorar el riego e introducir una reforma en su gestión del agua para cubrir las necesidades de la población en crecimiento en las próximas décadas ya que se espera que en el 2050 la población aumente hasta los 1.500 millones de habitantes.

Sin las reformas necesarias, muchas naciones asiáticas “se enfrentan a la perspectiva políticamente riesgosa de tener que importar más de un cuarto del arroz, trigo y maíz que necesitarán en 2050”, señalaron en un informe conjunto el Instituto Internacional de Manejo del Agua (IWMI) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

“Se espera que la demanda de alimentos se duplique hasta el 2050. Si deben basarse en el comercio para cumplir con una gran parte de esta demanda, eso impondrá una enorme y políticamente insostenible carga sobre las economías de muchos países en desarrollo”, dijo Colin Chartres, director general del IWMI.

“La mejor apuesta para Asia se basa en revitalizar sus vastos sistemas de irrigación, que representan un 70 por ciento del territorio irrigado en todo el mundo”, agregó.

PREMIO. Bindeshwar Pathak, fundador del Movimiento de Saneamiento Sulabh en India, recibirá en una ceremonia el Premio del Agua de Estocolmo 2009, dotado con 150 mil dólares.

Esta mención se debe a que Pathak inventó un sistema de retrete barato, compatible con el medio ambiente y “culturalmente aceptable” para barrios pobres y lugares abiertos que, además de ser muy higiénico, permite el aprovechamiento de los excrementos como biogas, el cual puede ser utilizado para calefacción, cocinar y generar electricidad. Este sistema es usado en más de 1,2 millones de viviendas y edificios.